Realiza tu limpieza habitual y aplica tu hidratante habitual (sérum o crema) sobre la piel limpia. Masajea suavemente pasando el rodillo en sentido ascendente.
1. Pómulos y cuello: Con la parte más grande del rodillo, realiza movimientos desde el centro de la cara hacia afuera, incidiendo más en la mandíbula, donde más tensión se genera. Pásalo también por el cuello, llegando hasta el mentón. Así, estimularás la circulación sanguínea.
2. Frente: Usa la parte larga del rodillo para masajear desde la nariz, en sentido ascendente y hacia el exterior.
3. Ojos: Con el rodillo pequeño, recorre el párpado superior e inferior, para drenar, desinflamar y suavizar la zona.
Utilízalo durante 5-10 minutos durante 3 veces a la semana para mantener la piel desinflamada, suave y unificada.
Uso mañana/noche.