Si notas tu estrés por las nubes no te puedes perder estos tips que te cambiarán la vida
¿Notas tus niveles de estrés por las nubes? No te preocupes, con estos tips podrás decirle “¡hasta la vista!”.
Puede que en los últimos años te notes más tensa, nerviosa, preocupada… Pero tranquila, ¡es completamente normal! Todas nos sentimos igual. El estrés forma parte de nuestro día a día: tanta tecnología, velocidad y cosas que realizar acaban por mermar nuestra salud emocional.
Y aunque todo el mundo condena este estado de ánimo, hay que saber que en dosis moderadas, es necesario.
¿Por qué?
Porque lo necesitamos para sobrevivir.
¿Qué es realmente el estrés?
El estrés es una reacción instintiva del cuerpo ante una amenaza exterior. La vida lo incluyó en nuestro ADN por una razón muy obvia y simple: estar alerta y huir ante los depredadores que podíamos encontrarnos cuando caminábamos por el mundo como nómadas.
Cuando el cuerpo segrega cortisol y adrenalina, “las hormonas del estrés”, todos nuestros miembros se activan. La sangre deja de utilizarse en los procesos de digestión, reparación y desintoxicación, y se redirige a todas nuestras extremidades para tener la fuerza, el impulso y coraje de salir corriendo ante un peligro exterior.
Por eso necesitamos sentir estrés. El pequeño problema está cuando empezamos a sentir estos subidones de adrenalina y nervios de forma continua. Pero no te preocupes, porque si eres de las que se estresa al recibir un email no deseado, al sentir que no tienes control sobre tu vida, que el tiempo vuela y las tareas no están hechas, los imprevistos se multiplican…tenemos una solución para ti.
¿Cómo puedes reducir sus niveles?
Existen diferentes maneras de reducir los niveles de estrés, y lo mejor de todo es que son muy sencillas y las puedes practicar cada día:
- Realiza tres respiraciones conscientes: cuando te sientas nerviosa, inhala 4 segundos largos por la nariz y exhala 4 segundos largos por la nariz (puedes repetirlo las veces que lo necesites).
- Date un pequeño masaje en las sienes: utiliza las yemas de tus dedos y realiza pequeños movimientos circulares.
- Muévete: si puedes salir a pasear cinco minutos ¡hazlo!, si no, camina un poco por tu oficina o el espacio en el que te encuentras.
- Habla con alguien: expresar tus emociones con una persona de confianza es tremendamente bueno para soltar ese peso que oprime tu pecho y no te deja avanzar en tu día a día. Así que no lo dudes más, coge a tu mejor amiga y explícale lo que te pasa.
Existen otras mil maneras de aprender a reducir los niveles de estrés como alimentarse correctamente, hacer deporte a diario (aunque sólo sean 15 minutos), meditar, pintar o dibujar, bailar o cantar, pasar tiempo en la naturaleza, utilizar aromaterapia o ir a clases de arteterapia…
Y como nuestra misión es ayudarte y apoyarte en tu día a día, queremos hacerte saber que dentro de muy poquito vamos a lanzar algo que te va a ayudar a gestionar mucho mejor el estrés y la ansiedad y de lo que no querrás separarte jamás. ¡Es una gran sorpresa y tenemos muchísimas ganas de que la veas!
Pequeños ejercicios de mindfulness para gestionar mejor el estrés
Y para acabar, compartimos contigo un pequeño ejercicio de mindfulness que te ayudará a gestionar mejor los momentos de tensión y ansiedad a través de la respiración.
Colócate en una postura cómoda y digna. Con el pecho bien abierto y los hombros relajados. Cierra los ojos y suaviza los músculos de tu rostro.
Poco a poco, ve enfocando tu atención en la respiración.
Observa el aire entrando por los orificios de tu nariz.
Y el aire saliendo por los orificios de tu nariz.
Inhala en 1,2,3 y 4 por la nariz.
Exhala en 1, 2,3 y 4 por la nariz.
Repítelo seis veces más.
Inhalando por la nariz hasta 4.
Exhalando por la nariz hasta 4.
Cada vez que te sientas nerviosa o estresada, recuerda que no estás sola ni tampoco loca. Todos estamos pasando por cosas parecidas. Toma una gran bocanada de aire, mira hacia el cielo y date cuenta de lo pequeños que son tus miedos frente al inmenso universo. ¡Eres una diosa y puedes con cualquier cosa!
Muchas gracias por los consejos.
¡Gracias a ti por leernos! Un saludo 🙂