Guía práctica para realizar correctamente la doble limpieza

No eres una auténtica fanática de la cosmética si no conoces todos los beneficios de la doble limpieza. Y aunque realizarla es súper sencillo, no todo el mundo la conoce.  ¡Aprende a limpiar tu piel por completo! El agua micelar es uno de los productos más utilizados por las mujeres en la limpieza facial, sobre todo, para realizar la doble limpieza. Si te estás preguntando por qué, lo primero que tienes que saber es qué es el agua micelar y qué beneficios tiene para tu piel.

¿Qué es el Agua Micelar?

Técnicamente, es una solución acuosa en la que se encuentran elementos limpiadores o tensioactivos que forman pequeñas micelas naturales. Y éstas atraen los elementos grasos y acuosos por sus dos extremos.

Es decir, al pasar el agua micelar por la piel con un algodón o toallita, las micelas se abren y atrapan los residuos y la suciedad de la piel como si fuera un imán.

Pink Mango limpia los poros en profundidad, regula la secreción sebácea y deja la piel calmada, hidratada, fresca y saludable, respetando siempre su capa protectora natural. A diferencia de las leches limpiadoras, que tienden a arrastrar las partículas de suciedad, el agua micelar las atrapa. Puede usarse también para desmaquillar rostro, ojos y labios.

Otra maravillosa característica del Agua Micelar Pink Mango es que es ideal para todo tipo de pieles:

• Pieles secas o sensibles que se irritan fácilmente o se resecan en exceso.
• Pieles normales, mixtas o grasas, que pueden implementar la doble limpieza en su rutina para un mejor estado de la piel.
• Perfecta también para jóvenes que empiezan a cuidarse. El agua micelar supone una limpieza rápida y sencilla para aquellas personas que comienzan a crear su rutina de cuidado de la piel.
• Ideal para hombres. Aunque no te maquilles, la piel se llena de partículas de polvo, contaminación, sudor y grasa, importante de retirar cada día.

3 consejos para aprovechar todas las propiedades del Agua Micelar en nuestra piel

1.- No frotes

Al limpiar el rostro, es muy importante no friccionar en exceso, sobre todo en las pieles más delicadas. «Muchas veces, al aplicar un producto con un disco de algodón o toallita desmaquillante, apretamos y frotamos en exceso» afirma Rocío L. Cuesta, creadora de Alma Secret. Realmente, no es necesario, pues las micelas son capaces de atraer la suciedad y el exceso de sebo al contacto con la piel, como si fuera un imán. Tiene un buen poder de arrastre, ya que las micelas atraen fuertemente los restos grasos que hay en la piel.

Pink Mango, además, está formulada con Agua Termal, por lo que está especialmente indicada para pieles sensibles que buscan un ritual de belleza de pocos pasos.

2.- Usa suficiente producto

Usar la cantidad suficiente de producto es clave para que el agua micelar funcione bien. Impregna el disco de algodón o la toallita reutilizable lo suficiente, pero sin que el agua gotee.

3.- Aplícala en el orden correcto

Cada maestrillo tiene su librillo, pero nosotros te recomendamos empezar siempre limpiando los ojos con suaves presiones y continuar desde la zona interior a la exterior. Por último, pasa a los labios.

Si hay maquillaje en tu piel, usa algodones distintos. El rostro hay que desmaquillarlo siempre por mitades y desde el centro hacia los laterales, ejerciendo ligeras presiones.

Y nuestro truco estrella de la mano de Rocío L. Cuesta, para tus pestañas, es poner un poco de agua micelar en un bastoncillo y pasarlo sobre las pestañas con movimientos rotatorios.

Súmate a la doble limpieza

Aunque por la mañana no es tan necesaria, por la noche sí es recomendable realizar una doble limpieza, sobre todo si tu piel es grasa o te has maquillado. Así, la limpieza será más profunda y tu piel mejorará cada día.

¿Cómo realizarla? Es muy sencillo. La rutina de noche recomendada para dormir con la piel completamente limpia comienza por el desmaquillante de ojos, para retirar la suciedad y el maquillaje de una zona más sensible que el resto de la cara. En segundo lugar, el agua micelar, para retirar las impurezas grasas (maquillaje, protector solar o cremas) y, seguidamente, un gel limpiador, para desprendernos de resto de impurezas, es decir, las células muertas, polución, polvo o sudor.

Una vez que la piel está limpia, no olvides terminar tu ritual de belleza para tener una piel radiante y cuidada.

¿Eres de las que realiza la doble limpieza? Comparte con nosotros tus experiencias, sugerencias o dudas aquí en el blog o también a través de Instagram o Facebook. ¡Estamos deseando conocer tus impresiones!